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sábado, 29 de abril de 2006

Pavlov's Bell- Aimee Mann

Oh Mario, sit here by the window
Stay here 'til we reach Idaho

And when we go
Hold my hand on take-off
Tell me what I already know

That we can't talk about it
No, we can't talk about it

Because nobody knows
That's how I nearly fell
Trading clothes
And ringing Pavlov's bell
History shows
There's not a chance in hell, but

--Oh Mario --
We're only to Ohio
It's kinda getting harder to breathe

I won't let it show
I'm all about denial
But can't denial let me believe?

That we could talk about it
But we can't talk about it

Because nobody knows
That's how I nearly fell
Trading clothes
And ringing Pavlov's bell
History shows
but rarely shows it well
Well, well, well

--Oh Mario --
why if this is nothing
I'm finding it so hard to dismiss

If you're what I need
Then only you can save me
So come on baby, give me the fix

And let's just talk about it
I've got to talk about it

Because nobody knows
That's how I nearly fell
Trading clothes
And ringing Pavlov's bell
History shows
Like it was show and tell
So tell me Mario

miércoles, 19 de abril de 2006

Os voy a contar una historia...

Hace unos años, cuando estaba en 4º E.S.O, la profesora nos mandó elegir algún ser mitológico y contar una historia, para luego, exponerla en clase. Nos dio algunas pistas, algunos nombres, para que así, nos fuese más fácil encontrar información. Al final de la clase hablé con mi profesora y le dije que si por favor, me permitía hacer una fábula que fuese muy cortita (yo conocía ésta de antes) y como ella conocía mi timidez, me dijo: “Haz la fábula de Píramo y Tisbe, que es mi favorita”. También era una de mis preferidas, así que me dispuse a hacerla...


PÍRAMO Y TISBE

Píramo y Tisbe vivían en casa contiguas y poco a poco, con el tiempo y la ayuda de sus vecinos, surgió el amor. Iban a casarse; pero su amor no estaba bien visto por sus padre que, al enterarse de la noticia del matrimonio, prohibieron que Píramo y Tisbe se vieran. Entonces empezó una verdadera historia digna de cuento. Ellos empezaron a hablar por gestos, se miraban y se hablaban; pero cuando más lo hacían, más fuerte sentían su amor. Finalmente, ambos encontraron una pequeña grieta en una pared que hacía de muro de separación entre sus dos casa y decidieron comunicarse por ahí, para que nadie pudiera verles. Algunas veces, podían sentir mutuamente su respiración a través de la grieta de aquel muro de piedra.

Una fría noche, Píramo y Tisbe decidieron que no podían seguir así y que quedarían en un lugar apartado para poder dar rienda suelta a su amor a pesar de las prohibiciones de sus padres y la habladurías. Tisbe salió antes de su casa. El frío de la noche congelaba sus hombros, por eso decidió taparse con un delicado chal que calmaría, al menos un poco, el frío. Cuando llegó al lugar indicado por Píramo ya había amanecido y Tisbe se encontró con un enorme león que llevaba a boca ensangrentada después de una noche de buena cazaría. Tisbe. Al ver la escena, Tisbe huyó corriendo dejando caer, sin apenas darse cuenta, el chal que portaba en sus hombros.

El león juguetón, paró un momento a jugar con el bello chal de Tisbe, ahora tirado en el suelo. Cuando hubo acabado de divertirse, la leona se fue y el pañuelo quedó manchado con la sangre de su hocico.

Más tarde, Píramo llegó al lugar del encuentro, cerca de una morera. Al ver el chal, reconoció que era el mismo de Tisbe y, creyéndola muerta, se puso pálido y no esperó acontecimientos. Píramo empuñó su espada y la clavó con firmeza en su joven pecho. Quedó tumbado en el suelo mientras la sangre brotaba con furia de su herida y llegaba a los arbustos más cercanos.

Tisbe, recuperada ya de ver a aquel león, volvió a su cita, esperando encontrar a Píramo esperándole. Cuando llegó, el corazón le dio un vuelvo. En efecto, Píramo estaba allí; pero ahora era un ser moribundo que se había clavado una espada al creer a su amada muerta. Con los dedos temblorosos, Tisbe cogió la espada aún clavada en el cuerpo caliente de Píramo y se la clavó fuertemente. La sangre salió disparada a los mismos arbustos que ya habían sido bañados anteriormente por la sangre de su pretendiente, Píramo. Una morera cercana que, cambió sus frutos de color blanco, por unos muchos más oscuros del color de la sangre de ambos enamorados.
Por eso ahora los frutos de la moreras son rojos o morados cuando están morado y no blancos como lo eran antes. El color de la mora cuenta ahora esta preciosa fábula.


¿Os gustó? Está un poco mal redactada, porque no me acuerdo de todo y estoy recién levantada y escuchando música rap en inglés... Pero se hace lo que se puede, jajajajaja. XD


Un beso a todos!!

viernes, 14 de abril de 2006

Buscando mi imagen en los demás

Dos bomberos entran en un bosque a apagar un pequeño incendio. Al final, cuando salen y van a la orilla de un riachuelo, uno de ellos tiene la cara llena de ceniza y el otro está inmaculadamente limpio.
Pregunta: ¿cuál de los dos se lavará la cara?





Respuesta: el que tiene la cara limpia.
El que tiene la cara sucia verá al otro y pensará que está igual que él. Y viceversa: el que tiene la cara limpia verá que su compañero tiene hollín por todas partes y se dirá a sí mismo: Yo también debo de estar sucio, tengo que lavarme.

martes, 11 de abril de 2006

***Te Quiero***

No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.

Te quiero sólo porque a ti te quiero,
te odio sin fin, y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego.

Tal vez consumirá la luz de enero,
su rayo cruel, mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.

En esta historia sólo yo me muero
y moriré de amor porque te quiero,
porque te quiero, amor, a sangre y fuego.


PABLO NERUDA

lunes, 10 de abril de 2006

Reflexiones de una perdida

Voy a hacerle el relevo a mi gemela (madame xD) y voy a poner un extracto de mi espacio, es una reflexión de entre otras que me dan,...


Reflexiones de una perdida

No sé como empezar, aunque eso tampoco importa. A veces, me suelo preguntar cosas sin respuestas, otras veces, intento encontrar respuestas que no tienen pregunta. Antes, en la ruta de frigorifico-movil-espejo-despensa, me di cuenta que tenia una perdida, casualmente era de un número que no conozco y, de una ciudad (Salamanca) que tampoco conozco. Es cuando te dices, alguién que se habrá confundido, un simple desconocido. Entonces empiezas a pensar, ¿cuándo una persona deja de ser desconocida?. Pienso que de una manera u otra vivimos en un mundo de desconocidos, vivimos en un lugar donde no conoces a nadie, creces rodeado de una familia (no todos tienen esa suerte o desgracia...) que intuyes que conoces o no, pero que sí confias porque es eso, tu familia. Entonces, ¿confiar en alguién puede ser derivado de que una persona deje de ser desconocida?

¿Puedes alcanzar tal situación en el que dos pensamientos se convierta en uno? Quién sabe, pero que encuentres a la persona en la que pueda darse esa situación es dificil y, siempre depende de dos, es como la nobleza, si no eres de sangre azul, no podrás llegar a serlo,...Continuando, dices, entre tantos millones de personas que hay en el mundo, ¿cómo encontrar a esa persona? No es posible, ya no solo por tantas restricciones que hay, sino que, como saber si has encontrado la persona ideal, no lo puedes saber. Lo único que puedes intuir si tal persona es tal que podría competir con cualquiera otra persona ideal para ti, si esa persona es como las vías de un ferrocarril, siempre en paralelo y una al lado de la otra y sin fin. Intenta intuir si sois felices, y si lo eres ahora o lo serás alguna vez, no busques dos pensamientos en uno solo busca que tu pensamiento sea escuchado y un único silencio, interpretado...

lunes, 3 de abril de 2006

Romeo & Julieta

"En la hermosa Verona, donde acacieron estos amores, dos familias rivales igualmente nobles habían derramado, por sus odios mutuos inculpada sangre. Sus inocentes hijos pagaron la pena de estos rencores, que trajeron su muerte y el fin de su triste amor."

W. Shakespeare