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viernes, 23 de diciembre de 2011

Por una Navidad diferente

Tengo fiebre. Yo nunca tengo fiebre. O mejor dicho, yo nunca tenía fiebre, porque esta semana mi pequeño cuerpo ha conseguido que me duelan huesos que no sabía ni que tenía. ¿Sabéis esos típicos dolores que se tienen y que son como pinchazos que recorren las partes más extrañas de tu cuerpo cuando tienes fiebre? Pues bien, esas partes son ahora mismo mis costillas, mi rodilla izquierda y un dedo del pie izquierdo que suelta un dolor que sube hasta la rodilla del mismo lado. Y la espalda. Y el cuello. Pero como digo, yo nunca tengo fiebre. Tenía. Digamos que es como mi regalo de Navidad. Todas las Navidades me pongo mala. Ya paso de preguntarle a la alergóloga si es la arizónica, la lluvia o la lotería de Navidad (con eso de que últimamente ni me acerco por asomo al número y no como antes que siempre acertaba cifras y me ponía tan contenta con 10 euros… Sí, es que encima comparto décimo.) El caso es que me pongo mala. El año pasado me tocó por partida doble. Cuando creía que sólo me iba a poner enferma una vez, con poco me conformo, y encima había sido tan pronto (un poco antes de Nochebuena, por lo que la Nochebuena la pasé en pleno auge), me volví a poner enferma en Nochevieja. Aunque a decir verdad, no me importa. No me importa que sea en estas fechas, no el hecho de estar así que siempre es un incordio. Ya dije que las Navidades y yo nos odiamos mutuamente. O nos ignoramos. O lo que sea. El caso es que para mí son días completamente normales. Bueno, miento, son días peores que los normales porque yo estoy tan tranquila, pero como veo a todo el mundo nervioso, emocionado, felicitando, consumiendo, comiendo durante una semana el cochinillo que queda del día que quedó y que volverá a quedar y que ya no se come ni el perro, me pongo nerviosa. Sí, a esto se le llama empatía, lo que pasa es que la mía es digna de estudio. Están nerviosos, yo me pongo nerviosa. Y claro, siempre hay quien te pregunta:

"¿Y qué vas a hacer?" Nada…
"¿No vas a cenar?" Pues como todos los días…
"Pero algo especial, ¿no?" Lomo y patatas congeladas.
"Venga en serio…" Es mi comida favorita.
"¿Y no vas a salir?" No…
"Digo por la noche" Ni por el día…
"Pero saldrás el 31, ¿no?" No…
"¿Y eso?" No sé, ¿ponen multa si me quedo en casa?
"Todo el mundo sale…"



Sí señores, ahí está la clave. Entradas atrás ya dije que no soy del mundo. O al menos no el mundo que conocemos hoy en día. Quizá si cambia… Pero, ¿a quién queremos engañar? Si nadie cambia un ápice a pesar de que aspectos de su vida hacen daño (y lo peor es que lo saben), ¿va a cambiar el mundo? ¿¡Y por mí!? Si soy una jodida independentista social…

Dejemos algo claro. No quiero un vestido. No me gustan los vestidos, tampoco creo que sea nada extraño. Y los que me gustan, son hippies. No son elegantes, no son largos, no son negros o rojos y no llevan brillantina. No me gusta pasar frío, no me voy a poner en tirantes y a enseñar cacha (en mi caso, clavícula) para… ¿ligar? Precisamente el día de Nochevieja. Sí, vale, ya sé que el refrán dice algo así como "año nuevo, vida nueva", pero yendo como va a mayoría ese día, no creo que sea el mejor para ligar, ya me sale bastante mal en los días denominados como "normales". La gente a la que quiero está en lugares muy variados y, la mayoría, lejanos. Siendo yo de Madrid, ellos están en: Jaén, Murcia, Barcelona, Valencia, México, Estados Unidos e incluso hasta en Filipinas o China. No tenemos el mismo horario, por lo que cuando ellos quisieran estar conmigo en ese día "tan especial", yo debería estar de fiesta. No tenemos las mismas costumbres. A pesar de todo (y de todos) y más aún por estas razones, yo prefiero pasar un día como la Nochevieja y la Navidad colgada de un teléfono o un ordenador antes que salir a pasar frío. Porque en mi día perfecto de Nochevieja no me visualizo con estas personas gastándome 100 euros para entrar en una discoteca. No me veo con desconocidos, me veo con ellos, con los que se quedan colgados al lado del otro lado del teléfono que yo descuelgo o contestan a los mensajes que yo mando. Tampoco nos veo elegantes y comiendo churros uno con la corbata en la frente, la otra con el vestido lleno de cubata y la otra… ¿Y esa otra quién coño es? Yo no la conocía antes de esta noche…

A lo mejor suena deprimente, pero en mi idea de Nochevieja ideal, están las personas a las que quiero, con la ropa que les da la gana llevar y haciendo lo que más nos apetezca en ese momento. ¿Que están enfermitos como yo? Una peli en el sofá, unas palomitas y una manta. Las últimas tres o cuatro Navidades que he pasado con mi familia materna "al completo" las pasé en un hospital. Te ponen langostinos, polvorones, cena especial de Navidad e incluso van los Reyes Magos tengas la edad que tengas. Y te dan regalos… También ponen árboles de Navidad, adornan los pasillos, hacen belenes con gasas e incluso podría ser la Navidad perfecta de no ser por eso, porque estar en un hospital es señal de que algo en la salud de alguien no va bien del todo.

Pero este año denota que mis Navidades van a ser diferentes. No podría asegurar si para bien o para mal, pero siendo yo, mejor esperarse lo segundo. Sigo adelante haciendo mis cutre-cosas para enseñaros. Tengo que poner un par de fotos de dos cosas nuevas que he hecho, aunque una ya la habéis visto todos porque soy una "cagaprisas" y la puse en el Facebook. Pero la otra me está gustado hacerla. Y me está poniendo nerviosa. A partes iguales además. Paso de decir lo de "año nuevo vida nueva" porque dudo que vaya a cambiar tanto como para poder lograr una vida nueva. Bueno, en realidad dudo que vaya a cambiar en general si no es a peor, pero si soy sincera y digo eso, sé de un par o tres que me darían de collejas… Por primera vez y puede que esta vez sí sirva de precedente, debería dejar atrás a muchas cosas y personas. Eso realmente me cuesta mucho, creo que nunca en mi vida lo hice. Eso y seguir las cosas empezadas hasta terminarlas, son cosas que nunca hice. Pero ahora estoy empezando y acabando y creo que debería adaptarlo también a las personas que no me aportan nada. A esas personas que parece que me roben la energía, porque cuanto mejor les va a ellos, peor me va a mí. A esas personas a las que siempre les sale todo perfecto (no me engañáis, aunque debo decir que os lo curráis bien y da el pego). Definitivamente y como última decisión, debo alejar a esas personas criptonita de mi vida…

sábado, 10 de diciembre de 2011

La lista de los Reyes

Sí, la de los visigodos, porque otra cosa...

Y es que ya se acerca... No, el clásico ese que nos tiene a todos desquiciados no (si el caso es que, pase lo que pase, lo único que va a haber son piques -no confundir con Piqué- e insultos, no sé para qué tanta euforia...). Se acerca la Navidad.

Este año había decidido tomármela de forma diferente. Normalmente me la tomo con bastante pasotismo, pero como ella sigue viniendo para joderme un poco más cada año (por otra parte, como el fútbol y mira que este últimamente se está llevando todos los premios gordos, el reintegro y hasta la pedrea), había pensando en darle un toque diferente y artístico al tema para no pensar tanto en lo que es la Navidad y/u otros. O bueno, quizá debería decir lo que es la Navidad en mi familia. Nuevas ideas, ideas diferentes, ideas originales, conceptos que ni siquiera estuvieran unidos con la fecha...

Aunque este año por unas cosas y otras al final ha resultado ser uno de los peores años para mí en vísperas de estas grandes fechas, desgana, desilusión, pena, miedo, falta de confianza, de amistad y de todo en general, hice mis planes según lo previsto. Lo previsto, en palabras de mi madre, suele ser: "Eres increible, no sé cómo lo haces". :) En ella fue en quien pensé primero. En cómo "compensarle" esta Navidad a la única persona que queda a mi lado. A ella no le gusta mucho la Navidad. De hecho, cuando a mí aún me gustaba, era la que me recordaba todo lo malo de ella. Al final, supongo que medio por costumbre, medio por caérseme la venda de los ojos y lo que queda del porcentaje, por el mero hecho de crecer, fui aliándome a su mismo pensamiento y ahora es ella quien me recuerda que en esta época también hay cosas buenas. Yo no las veo, pero debe haberlas. Juntas perdimos a gente a la que recordamos y que nos hace falta. Pero eso lo recordamos cada día, no nos hace falta que venga la fiesta del gordo vestido de rojo o los amigos del camello para que nos acordemos. Esa persona que siempre está ahí es mi madre, y aunque sé que no puedo darle nada con lo que poder compensar nada en concreto cuando encima se empeña en que a ella no se le hacen regalos, sé que hay muchas cosas que le gustan. Entre ellas, le gusta mucho la decoración sencilla y original, en este caso, la decoración de Navidad. La fecha es la época perfecta para comprar cosas originales y decorativas (y por suerte y no como en años pasados, no tan evidentes de la época y que brillen hasta dejarte ciego. Mírese el bazar chino más cercano a su casa...)

Siempre le gustaron los árboles originales (el nuestro es negro, pero como diría una gran amiga, sin "brilli-brilli" :P) y, como siempre quiso ella, con todos los adornos del mismo color.


A decir verdad, tampoco tuve mucho trabajo, pero creo que no ha pasado un día en el que no me haya dicho unas 5 ó 6 veces lo mucho que le gusta el árbol de este año. :)

Mi segunda parte del recorrido de ideas fue algo bastante original que me encontré un día cualquiera de los muchos en los que me pongo a navegar cuando me aburro o no hay mucha gente para charlar. Sí, ya sé que no hay mucha gente que aguante despierta hasta las 6 ó 7 de la mañana, pero me hace ilusión cuando esto pasa. Más aún si es por mí.

A decir verdad, una idea similar rondaba por mi cabeza antes de encontrarme justo con la idea concreta (¿el destino?) sólo que por algunas partes cogeaba un poco y por otras superaba lo que vi. Había empezado hacía unos días a elaborarlo todo, pero aún así, (gracias autoestima por conseguir mermarme siempre) decidí hacer llevar a cabo directamente la idea que había encontrado y no la mía. Era de una página que estaba en inglés, idioma con el que no me llevo muy bien, pero resultaba bastante fácil de entender lo que había que hacer aún sin tener instrucciones nada precisas: unas casas iluminadas. Lo peor en mi caso llegaría en la parte de "iluminadas", pero... Mi pueblo mola. La inspiración para hacer este tipo de casas le vino a la persona a quien se las vi fabricadas(no sé si será una chica) de las casas renacentistas del siglo XVI en su país natal, Alemania. Para que no haya confusiones y malos entendidos (aunque no creo que ese blog sea leido por mucha gente), debo decir que la idea, como dije, no es mía y tiene copyright de: dream home decorating. Aún me quedan por hacer un par o tres de ellas más altas y listo, pueblo terminado.


Simplemente las hice, subí las luces del árbol del trastero para ver cómo quedaban iluminadas a falta de leds y a los pocos días encontré en una tienda de al lado de mi pueblo las velas de leds exactas a las que necesitaba. Y encima baratas. Como dije antes, mi pueblo mola.

Pero bueno, soy yo y no iba a parar ahí... Luego comencé a pensar que tres casas sin más... ¡Voy a buscar más ideas! Y claro, quien busca encuentra. Ya que estaba, hice un pueblo. Pensé en que sería muy bonito compartir la idea y hacer algo así con o por alguien, pero como no tengo a nadie cerca, las "hice para vosotros". El día que no hablé con Anna, hice la casita azul y roja. El día que me pasé entero hablando con Nata, hice la negra. Cuando hablé con Zeben, hice la de colores más vivos... Pensé en todos vosotros al hacer cada casita. Cada una es epecial por alguien y no por algo. Digamos que es mi pueblo de gente que no va a estar conmigo en Navidad. ¿O sí...? Me pasé un día entero haciendo el tejado modelo perfecto para ser clonado en diferentes colores. La idea es de un blog llamado: evencleveland. No sé si tendrán también copyright, pero como creo que ellos venden estas casitas, prefiero ponerlo aunque mi idea no sea otra que la que os he contado.

***Haciendo los tejados***


***Casa roja***



***Casa verde y azul***



***Casa negra y azul***



***Casa azul y roja***







Sí, ya sé que parecen las setas de los pitufos. Son tan... ¡Pitufantes! Si tuviera pitufos en miniatura no dudaría un segundo en ponerlos en las casitas, pero... Soy una cutre y sólo tengo figuritas de los Simpson. Al final me estoy medio picando conmigo misma y he comprado un par de farolas que también se iluminan y unos árboles nevaditos. Ahora iba a hacer (idea de mi madre, que al final también le han gustado y se ha aficionado a animarme. Mala idea, si conmigo misma tengo más que suficiente xD) una especie de suelo, carretera, plataforma... ¿Alguna idea? Cuando hice la foto aún no había comprado los leds suficientes para todas (es lo que tiene ser aún niña de paga, que debes esperar a la próxima semana para poder pagarlo todo. Tipo plazos pero el interés consiste en llegar cuando lo han vendido y quedarte sin ello).

Mientras tanto, ayer me entretuve en hacer la lista de los Reyes. Una vez hecha la de mis amigos, quedaba yo. Sí, soy un poco flipada y todas las cosas que puse en mi Facebook (y algunas otras) son las que me compraría si tuviese dinero. Los regalos de los demás son secreto, pero es una tienda tan especial, que seguro que yo también caigo. Y con todo el equipo... Anna, a ver si te animas a dejarte de una vez.

Apuntad, tengo próximos retos en mente. Y dije reto"S".


Bueno, entonces, ¿me acompañáis estas fiestas?