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lunes, 17 de noviembre de 2014

Un poco de almacenaje (Mesa Wii)

Últimamente soy la chica que todo lo ordena. ¿Que tengo unas piedras volcánicas que traje de recuerdo de Tenerife? Busco una táctica para que estén a la vista, pero no se pierdan, manchen o estropeen alguna superficie. ¿Que necesito poner orden para toda la ropa tanto del trabajo como del gimnasio? Pues me monto una mini zona de orden deportiva justo a la salida de mi dormitorio. O entrada, según se mire... ¿Demasiados cables que organizar? ¡Eso está hecho! Todos ocultos, pero a mano.

Mi padre es el colmo del desorden y el desastre. Mi madre roza el T.O.C. en organización y limpieza. Os podéis imaginar el caos que provoca que ambos estén juntos y viviendo en la misma casa... Por otro lado estoy yo, que ni una cosa, ni la otra. Me gusta la limpieza, aunque limpiar sea una de las cosas más aburridas que puede haber en esta vida. Dicen que quien algo quiere, algo le cuesta y para mi alergia, es recomendable que reinen el orden y la limpieza en la casa. Hago la cama, barro y quito el polvo cada día y por supuesto, también friego el suelo, aunque esto no lo hago a diario. Con respecto a mis cosas, tengo un desorden organizado. No está perfecto, tengo una habitación demasiado pequeña para tanta cosa; pero no creo que pueda haber quejas. De hecho, si mi madre apenas las tiene, no las puede tener nadie. En fin, que como digo, una habitación pequeña, sumada a cero posibilidades de almacenaje, deriva en un resultado que no me gusta nada: el almacenamiento de las cosas 'al montón', unas encima de otras. Eso sí es algo que no soporto. El tener que tener, valga la 'rebuznancia', varios libros para leer puestos en el suelo porque no hay otro lugar, el que mi videoconsola tenga que estar en el suelo y el trajín que conlleva tener que levantarla cada vez que barro, friego o paso el polvo... No puedo. 

En las fotos, todo el almacenaje que había en mi cuarto el día que me vine a vivir a esta casa. 

Sí, dos mesitas y nada más, las cuales por cierto, no eran para mí, sino parte del almacenaje del salón... Lo más lógico en ese momento fue poner la tele encima de una de las mesas y en la otra, la lámpara de mi cuarto. Lo de poner la lámpara o la televisión en el suelo también podría haber sido factible, pero aparte de raro, no era muy buena idea dada la afición de mi madre por llevarse todo por delante -con sus consiguientes y bastante usuales moratones-. 

Aquí se ve una de las mesas con la televisión, mis DVD's de Piper, todos los juegos y la propia Wii, en el suelo. 


Y la otra mesa de igual tamaño, que usé para poner mis pañuelos, las púas, algún libro y mi amado Gizmo (que nadie se preocupe, la luz no es muy brillante y ni le mojo, ni le doy de comer después de medianoche...).


Una de las noches me dispuse a contestar algunas cartas que tenía pendientes de enviar y de nuevo llegó el lío. Las hojas para escribir, al suelo.

Me fui a esa tienda de decoración sueca (tienda de decoración, paga y te haré toda la propaganda que pueda además de decorar mi primera casa con tus productos xD) y compré esta especie de estantería en la que poder colocar muchas de las cosas que tenía por ahí en el suelo, como por ejemplo la videoconsola.

Aún no está colocado del todo: el sombrero tendrá su propia percha, las perchas de colores que hay encima de la mesa irán colgadas y no estarán ahí y los cables tampoco estarán encima de la mesa y tapando parte de la televisión, evidentemente. Aún estoy pendiente de conseguir una broca corona o de campana (creo que se les llama así a las brocas que hacen agujeros de gran diámetro) para poder pasar los cables y enchufes por detrás de la estantería, que como veis tiene el fondo cubierto por una madera) y así poder enchufarlo todo sin tener los cables por el suelo o molestando. 

La parte de abajo son joyeros. La caja de color claro tiene varios compartimentos en los que guardo anillos, pendientes, pulseras, relojes, etc. En el medio, un cofre de madera para guardar más bisutería. En la esquina derecha, tengo un botellero que forré con terciopelo y transformé también en joyero para guardar las cosas más grandes. Podéis ver cómo lo hice en esta entrada: Enero productivo.

Segunda valda: la consola con sus juegos y las pelis (¡por fin colocados!), un par de peluches (el perro se llama Pamplinas) y unas cajitas, las moradas, MUY especiales. :)

Lo de la tercera balda, en la próxima entrada, que aunque parezca que no, tiene un poco más de miga. 

2 comentarios:

  1. ¡Y qué gusto da cuando vas encontrando un sitio para cada cosa y está todo ordenado! :D Besos!!!

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  2. Y que lo digas... Y qué gustazo fregar y no tener que dejar todo en stand by encima de la cama...

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