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sábado, 7 de enero de 2017

¿Un sueño oculto?

¿Alguna vez habéis tenido un sueño que a primera vista parece imposible, pero que una vez desglosado es temerosamente factible?

Hace mucho tiempo conocí a una chica con la que compartía en secreto un sueño. Aunque para ella no era tanto un sueño sino más bien una experiencia que le hubiera gustado poder lograr, yo inspiraba sus ganas y ella inspiraba las mías, pero ninguna de las dos llegó a dar el primer paso para hacerlo realidad, al menos hasta donde yo supe, porque aquella chica desapareció de mi vida (¡no murió!) hace ya muchos años.

Teníamos gustos parecidos, por lo que hablábamos a menudo por foros (gracias a uno nos conocimos), redes sociales e incluso por carta y a pesar de que, como ya he dicho, ella tenía muchos más medios a su disposición para llevarlo a cabo (véase dinero), se veía tan disparatado a ojos de los demás que el tiempo fue pasando y el dinero se fue quedando en las típicas cosas que necesitamos para vivir y no en los sueños que precisamos para alimentar nuestra alma. 

Ese sueño era comprar una Volkswagen (en mi caso la T1, no cabe duda) para restaurar o en su defecto, un esqueleto que no estuviera en muy mal estado. Lo mejor es comprar un esqueleto sin óxido o con un tipo de óxido que pueda ser tratado de manera más o menos fácil y que no implique gastar demasiado dinero en ello, ya que luego habría que ir remodelado la furgoneta tanto en el exterior, como en el interior, por no hablar del motor, que probablemente se llevaría la mayor parte del dinero. Visto así y teniendo en cuenta que esto puede costar, dependiendo del cuidado que se le haya dado, unos 1000-2000€, se podría considerar que está casi al alcance de cualquiera. De cualquiera excepto del mío, que debo ser la única persona del mundo que encima de aceptar un trabajo en el que cobra nada y menos, está trabajando por amor al arte porque no ve ese nada y menos desde hace ya más de nueve meses. 

Foto de José Piasentini

A lo que iba, ella tiraba más por comprar un esqueleto y restaurarla a su gusto, pintura incluida y yo, viendo mi liquidez (tanto actual como pasada, eso no cambia) me debatía mucho entre comprarla nueva y olvidarme de historias (entre 9000€ y 20000€, dependiendo de lo que busques) o tirar más por su propuesta siempre y cuando pudiera ir haciendo arreglos a menudo sin temor a luego no poder pagarlos y dejar la furgo abandonada durante meses o gastar más dinero que comprando una nueva, lo cual no me compensaba. Cierto es que, como todo en la vida, ambas opciones tienen sus pros y sus contras. Quizá una furgo casi fabricada de cero te puede salir más cara y llevarte mucho más tiempo de espera en poder disfrutarla (esto último es evidente), pero a cambio tienes eso, todo está a tu gusto. En cambio una nueva es como es, pero además de poder salirte más barata, podrás disfrutarla desde el minuto uno y, la parte que siempre tuve yo mente, podrás vivir un presente con ella mientras cambias todo lo que no te convencía.

Por ejemplo, yo siempre sueño con poder instalarle una ducha a la furgo en un futuro (en un futuro que ya tiene que correr porque no tengo ni furgo, ni esqueleto, ni dinero, pero en fin, como diría mi abuela: es un poner). En una Volkswagen T1 tanto por tamaño como por instalaciones diría que es prácticamente imposible poner una ducha normal, pero mi mente ya ha pensado en cómo, dónde y qué tipo de ducha podría poner si el día de mañana existiese esa posibilidad. Una ducha, sólo para poder usar en verano y algo limitada, pero una ducha al fin y al cabo. Y un wáter. Un wáter que además está pensando para que sepas si está ocupado o no antes de entrar puesto que tiene toda la privacidad que podría esperarse en una furgoneta que carece de estos medios. Es sorprendente y bastante extraño estar buscando en internet qué tipo de ducha, water, cocina o nevera instalar en una furgoneta cuando no-tienes-furgoneta, pero yo lo hago en épocas de aburrimiento (aunque de estas no tengo muchas) y sé exactamente lo que quiero. Y a pasar de que a parte de la familia no le parezca excesivamente femenino por mi parte, amaría poder encargarme yo misma de todo esto (con la ayuda de alguien, claro, para ir más rápido y ser más efectiva, siempre cuatro ojos ven mejor que dos y dos cabezas, si la otra parte es morena, piensan mejor que una. Chistes de castañas claras, ni caso...). Me encantaría poder saber sobre mecánica y electrónica, poder colocar un reproductor de música actual en aquella VW tan antigua, averiguar si hay manera de instalar leds para poder encenderlos e iluminarte una vez estés dentro de la furgo o sea de noche, saber si en la actualidad existe algún sistema o si con el tiempo se podría instalar un enchufe para conectar una guitarra, o un cargador para el móvil/ordenador y cosas locas de ese estilo. Y cuando consiguiera uno de mis propósitos, intentaría ir a por otro igual o más loco todavía. Además estoy segura de que una Volkswagen (o una moto deportiva que no cuesta mucho más que el esqueleto del que os hablo) podrían ser el único par de vehículos por los que quizá algún día me animaría a conducir de nuevo. 

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